Viaja por las eras del trabajo para entender cómo diseñar operaciones relevantes, ágiles y humanas.

Mapear procesos desde el punto de vista del cliente mejora eficiencia, coherencia y experiencia final entregada.

Un caso inspirador de cómo rediseñar procesos centrados en el cliente puede transformar toda una industria.

La experiencia del cliente cambia radicalmente cuando vemos los procesos desde su mirada, no la nuestra.

Cada interacción con el cliente construye o destruye confianza: identifícalas y diséñalas con intención.

Aprende a distinguir entre procesos visibles al cliente y los que los hacen posibles tras bambalinas.

Diseñar procesos es como armar un rompecabezas sin guía: requiere visión, colaboración y validación constante.

Define responsables, objetivos, actividades y métricas para darle forma clara a cada proceso organizacional.

Recopila datos clave de los procesos hablando con quienes los ejecutan; sin eso, el mapa falla.

Ni muy general ni abrumadoramente específico: el secreto está en dosificar el detalle con inteligencia.

Descompón procesos complejos en unidades, tareas y acciones para entenderlos, comunicarlos y mejorarlos fácilmente.

Conecta los tres niveles de mapeo para representar, analizar y rediseñar procesos que sí funcionan.